El calor del Caribe se desparramó en el Pabellón Nacional de Granada y hasta el Fundamente Zattere en Dorsoduro para la apertura de The Bridge, una exposición de arte. La isla de Granada se unió a 85 países y fue su segunda participación en Venecia para la Exposición 57 de Arte Internacional de La Biennale di Venezia.
Milton Williams presentó su colección de cientos de latas de sardinas y mariscos suspendidas retando a la gravedad. El artista acumula obsesivamente objetos alrededor del mundo y los convierte en una colección de relaciones e intercambios con las personas. El objeto desencadena la memoria, y el espacio se convierte en tesoro sagrado.
Las figuras gigantes de Acher Mains dominan el primer salón del pabellón. “Sea Lungs” ondula libremente, siguiendo la corriente de la multitud mientras se mueve a través del salón. Los pulmones son las sombras de los abanicos de mar, que representan la respiración y la vida del coral.
Jason DeCaires Taylor provee una ventana al mundo submarino estimulado por sus figuras de tamaño humano que instala en el mar. Fotografías, videos, y la escultura “Coral Bleaching” documentan su práctica de once años y evidencian su preocupación por el medio ambiente en este momento de la historia tan crítico. Jason creó su primera escultura submarina en Granada en el 2006 y continuó con otra en Cancún, México, en las Bahamas y recientemente en Lanzarote, España. Su trabajo en el Pabellón ha tenido un efecto multiplicador en la prensa internacional debido a que el reciente trabajo creativo de Damien Hirst, reconocido artista británico, es muy parecido al de Jason (leer enlace en Now Grenada).
Esta encantadora huella de Granada en Europa es un ejemplo del poder del arte para atraer visitantes a nuestras islas para explorar algo más que las playas y la gente acogedora. Provee una percepción de nuestra alma caribeña, de lo que somos -pueblos complejos, interesantes, comprometidos, amistosos y respetuosos del ambiente. Cuba, y Antigua, presentaron también instalaciones artísticas.